7.29.2007

Capitulo Dos

1130 Horas, Agosto 17, 2517 (Calendario Militar)/

Sistema Estelar Eridanus, Eridanus 2, Ciudad Elysium

El sol naranja proyectaba un brillo fiero en el campo de juegos de la Instalación Educativa Primaria de La Ciudad Elysium No. 119. La Dra. Halsey y el Teniente Keyes se paraban en la sombra de un toldo de lona y miraban a los niños mientras gritaban y seguían el uno al otro y escalaban en enrejados de acero y se arrojaban gravballs a través de las canchas rechazadoras.

El teniente Keyes se veía extremadamente incomodo vestido de civil. Vestía un traje gris grande, una camisa amarilla sin corbata. La Dra. Halsey encontraba esta repentina incomodidad, encantadora.

Cuando el se había quejado de que la ropa estaba muy grande y floja, ella casi se rió. El era un militar puro hasta la sangre. Aun en uniforme, el Teniente se paraba rígido, como si estuviera en un estado de atención permanente. “Es agradable aquí,” dijo ella. “Esta colonia no sabe lo bien que les toco. Un estilo de vida rural, sin contaminación, sin multitudes. Clima controlado.”

El teniente gruño en reconocimiento mientras trataba de alisar las arrugas de su camisa de seda.

“Relájese,” dijo ella. “Se supone que somos padres inspeccionando la escuela para nuestra pequeña niña.” Ella deslizo su brazo a través de los suyos, y a pesar de que ella hubiera pensado el acto imposible, el Teniente se paro todavía más derecho.

Ella suspiro y se separo de el. Abrió su bolso, y saco una computadora de bolsillo. Ajusto el borde de su amplio sombrero de paja para ensombrecer su computadora del brillo del medio día. Con un golpecito de su dedo, acceso y escaneo el archivo que había armado sobre su sujeto de investigación.

Numero 117 tenia todos los marcadores genéticos que ella había designado en su estudio original –el era lo mas cercano al sujeto perfecto de investigación para sus propósitos que la ciencia podía determinar. Pero la Dra. Halsey sabia que tomaría más que la perfección teórica para hacer trabajar este proyecto. La gente era más que la suma de sus genes. Había factores ambientales, mutaciones, éticas aprendidas, y cientos de otros factores que podrian hacer inaceptable a este candidato.

La imagen en el archivo mostraba a un típico varón de seis años de edad. El tenía cabello café, revuelto y una ligera sonrisa que revelaba una separación entre sus dientes frontales. Algunas pecas estaban diseminadas en sus mejillas. Bien –ella podría comparar los patrones para confirmar su identidad.

“Nuestro sujeto.” Mientras cambia el ángulo de su computadora hacia el Teniente para que el pudiera ver al chico, la Dra. Halsey se dio cuenta que la fotografía era de hace cuatro meses. ¿Qué ONI no se daba cuenta de lo rápido que estos niños cambiaban? Descuidado. Ella hizo una nota para requerir imágenes actualizadas en un periodo regular hasta que la fase tres iniciara.

“¿Es el?” Susurro en Teniente.

La Dra. Halsey levanto la vista.

El teniente señalo a una colina con hierba al final del campo de juegos. La cima de la colina era pura tierra, libre, sin nada de vegetación. Una docena de chicos se empujaban entre si –se agarraban, tiraban, rodaban por la colina, y entonces se levantaban y empezaban el proceso nuevamente.

“Rey de la colina,” Comento la Dra. Halsey.

Un niño se paraba en la cima. El bloqueaba, empujaba y golpeaba a los otros niños.

La Dra. Halsey apunto su computadora hacia el y grabo este incidente para estudiarlo después. Ella hizo un acercamiento sobre el sujeto para tener una mejor vista de el. Este chico sonreía y mostraba la misma separación entre sus dientes. Congelo la imagen y ella obtuvo una coincidencia comparando las pecas con las del archivo.

“Ese es nuestro chico.”

Era más alto que los otros niños por una cabeza y su actuación en el juego era algún indicador –más fuerte también. Otro chico lo agarro por atrás tomándolo por la cabeza. Numero 117 se despego de el y –con una risa- lo aventó hacia debajo de la colina como a un juguete.

La Dra. Halsey había esperado un espécimen de proporciones físicas perfectas y un increíble intelecto. Cierto, el sujeto era fuerte y rápido, pero también era sucio y rudo.

De todas maneras, percepciones no realistas y subjetivas debían ser enfrentadas en estudios de campo. ¿Qué era lo que realmente esperaba? Era un niño de seis años –lleno de vida y emoción sin control y tan predecible como el viento.

Tres chicos lo tomaron. Dos tomaron sus piernas y otro lo tomo con sus brazos alrededor de su pecho. Todos ellos cayeron por la colina. Numero 117 pateo, golpeo y mordió a sus atacantes hasta que lo dejaron y corrieron a una distancia segura. Se levanto y regreso de nuevo a la colina, golpeando a otro niño y gritando que el era rey.

“Parece,” empezó en Teniente, “um, muy animado”

“Si,” dijo la Dra. Halsey. “Podríamos usar a este chico.”

Ella miro hacia el campo de juegos. El único adulto estaba ayudando a una niña a levantarse después de caer y rasparse un codo; ella se marcho y se dirigió a la enfermería.

“Quédese aquí y obsérveme, Teniente,” dijo ella, y le paso la computadora. “Voy a ver mas de cerca.”

El teniente empezó a decir algo, pero la Dra. Halsey se alejo caminando, entonces casi trotando atravesó los cuadros de rayuela en el campo de juego. Una brisa movió su vestido y ella tuvo que agarrarlo por el dobladillo con una mano mientras sujetaba la orilla de su sombrero de paja con la otra. Empezó a frenar y se detuvo a cuatro metros de la base de la colina.

Los niños se detuvieron y voltearon.

“Estas en problemas,” dijo un chico, y empujo a Número 117.

El empujo al chico nuevamente y entonces miro a la Dra. Halsey directamente a los ojos. Los otros chicos miraron a otro lado; algunos con sonrisas de vergüenza, y otros pocos se fueron lentamente.

Su sujeto, sin embargo, se quedo parado desafiante. El estaba o confiado en que ella no lo iba a castigar –o simplemente no tenia miedo. Ella vio que tenía un moretón en su mejilla, que su pantalón estaba roto por las rodillas y que tenía roto un labio.

La Dra. Halsey se acerco tres pasos. Algunos de los niños dieron tres pasos involuntarios hacia atrás.

“¿Puedo hablar contigo, por favor?” pregunto ella, y continuo mirando al sujeto.

El finalmente rompió contacto visual, encogió los hombros y bajo de la colina pesadamente. Los otros niños se reían y hacían sonidos siseados; uno arrojo una piedra a el. Numero 117 los ignoro.

La Dra. Halsey lo llevo al final de una caja de arena cercana y se detuvo.

“¿Cual es tu nombre?” pregunto.

“Soy John,” dijo el. El chico extendió la mano.

La Dra. Halsey no esperaba contacto físico. El padre del sujeto debe haberle enseñado el ritual, o el niño era altamente imitativo.

Ella estrecho su mano y se sorprendió por la fuerza en su minúsculo agarre. “Encantada de conocerte.” Ella se hinco para que estar a su nivel. “Quería preguntarte ¿Qué estabas haciendo?”

“Ganando, Dijo el.

La Dra. Halsey sonrió. El no le tenia miedo… y dudaba que el tuviera algún problema con tirarla por la colina.

“Te gustan los juegos,” dijo ella. “A mi también.”

El suspiro. “Si, pero me hicieron jugar ajedrez la semana pasada. Eso estuvo aburrido. Es muy fácil ganar.” Tomo un respiro profundo.

“O – ¿podemos jugar gravball? No me dejan jugar mas gravball, ¿pero si tu se los dices que esta bien tal vez?”

“Tengo un juego diferente que me gustaría que intentaras,” Ella le dijo. “Mira.” Ella tomo su bolso y saco un disco metálico. Ella lo giro y resplandeció bajo el sol. “La gente usaba monedas como esta como dinero hace mucho tiempo, cuando la tierra era el único planeta en que vivíamos.”

Sus ojos se fijaron en el objeto. El intento alcanzarlo.

La Dra. Halsey lo movió, girándolo todavía entre sus dedos pulgar e índice. “Cada lado es diferente. ¿Vez? Uno tiene la cara de un hombre con pelo largo. El otro lado tiene un ave, que se llama águila y esta sosteniendo-

“Flechas,” dijo John.

“Si, bien.” Su vista debía ser excepcional para ver ese detalle de tan lejos. “Usaremos esta moneda en nuestro juego. Si tú ganas, te la puedes quedar.

John quito la vista de la moneda y la miro a ella nuevamente, movió los ojos, luego dijo, “Okay, de todas maneras siempre gano. Es por eso que no me dejan jugar mas gravball.”

“Estoy segura de eso.”

“¿Cual es el juego?”

“Es muy simple. Yo lanzo la moneda de este modo.” Ella doblo su muñeca. Chasqueo su pulgar, y la moneda giro, mientras daba vueltas en el aire, y aterrizó en la arena. “Pero la siguiente vez, antes de que caiga, quiero que me digas si va a caer mostrando la cara del hombre, o el águila sosteniendo las flechas.”

“Entendido.” John se tenso, doblo sus rodillas y sus ojos parecieron perder el enfoque en ella y la moneda.

La Dra. Halsey tomo la moneda. “¿Listo?”

John asintió ligeramente.

Ella la lanzo, asegurándose que tuviera más que suficiente giro.

Los ojos de John la observaban con un una extraña mirada distante. El la siguió mientras subía, y entonces hacia abajo yendo hacia el suelo –su mano se movió rápidamente y tomo la moneda en el aire.

Sostuvo su mano cerrada. “¡águila!” Grito.

Ella tentativamente hizo por su mano y abrió el pequeño puno.

La moneda yacía en su mano: el águila brillaba bajo el sol naranja.

¿Era posible que el vio que lado estaba hacia arriba cuando el la tomo?… o mas improbablemente, ¿pudo haberla tomado con el lado que quería? Ella esperaba que el teniente hubiera grabado eso. Le debería haber dicho que mantuviera la computadora apuntada hacia ella.

John quito la mano. “Puedo conservarla, ¿Verdad? Eso es lo que me dijiste.”

“Si, puedes quedártela John.” Ella le sonrió –luego se detuvo.

No debería haber usado su nombre. Era una mala señal. No se podía dar el lujo de que le gustaran sus sujetos. Hizo a un lado sus sentimientos mentalmente. Tenia que mantener una distancia profesional. Tenia que… por que en unos pocos meses Número 117 podría no estar vivo.

“¿Podemos jugar otra vez?”

La Dra. Halsey se paro y dio un paso hacia atrás. “Me temo que esa era la única que tenia. Ahora me tengo que ir,” Ella le dijo. “Regresa y juega con tus amigos.”

“Gracias.” El corrió de regreso, gritando a los otros chicos, “¡Miren!”

La Dra. Halsey avanzo hacia el Teniente con grandes pasos. El sol reflejado en el asfalto se sentía muy caliente, y repentinamente no quería estar en el exterior. Quería regresar a la nave, donde estaba frió y oscuro. Quería salir del planeta.

Entro bajo la lona y dijo al Teniente, “Dime que grabaste eso.”

El le dio la computadora y parecía intrigado. “Si. ¿De que se trato todo eso?”

La Dra. Halsey checo la grabación y envió una copia por adelantado a Toran en el Han para mantenerla segura.

“Buscamos a estos sujetos con ciertos marcadores genéticos,” dijo ella. “Fuerza, agilidad, incluso predisposición a la agresión e intelecto. Pero no podemos hacer pruebas remotas para todo. No podemos probar la suerte.”

“¿Suerte?” Pregunto el Teniente Keyes. “¿Usted cree en la suerte, Doctora?”

“Claro que no,” dijo ella con un movimiento negativo de la mano. “Pero tenemos ciento cincuenta sujetos de prueba que considerar, y las instalaciones tienen fondos para mantener a la mitad de ese numero. Es una simple eliminación matemática, Teniente. Ese chico fue uno de los suertudos –eso o el es extraordinariamente rápido. De cualquier modo, el esta dentro.”

“No entiendo,” dijo el Teniente Keyes, y empezó a jugar con la pipa que traía en el bolsillo.

“Espero que así continué, Teniente,” Respondió tranquilamente la Dra. Halsey. “Por su bien, espero que nunca entienda lo que estamos haciendo.”

Ella miro por última vez a Número 117 –a John. El estaba teniendo mucha diversión, corriendo y riendo. Por un momento envidio la inocencia del chico; la de ella llevaba mucho tiempo muerta. Vida o muerte, suerte o no, ella estaba condenando a este chico a una gran cantidad de dolor y sufrimiento.

Pero tenia que hacerse.

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Compadre , extraordinario su esfuerzo !!! se agradece soñaba con las novelas halo en español !!

21 de septiembre de 2007, 12:12 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

ENSERIO CARNAL SE TE AGRADEE TODO ESTO QUE HISISTE , SOY SUPER FAN DE HALO Y PUES LA NETA ME DIO GUSTO ENCONTRARME CON ESTE BLOG

28 de octubre de 2007, 12:06 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

No manches, segun lo qeu leo, la doctora esta se supone quees Cortana??????

Al principio de Halo 3 Cortana dice que escogio a John proque tenia algo qeu nada mas ella pudo ver, Suerte


todavia no leo lo demas, esto se espa poniendo bueno, muchas gracias por tu esfurzo

10 de enero de 2008, 3:19 p.m.  

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