8.24.2007

Capitulo Ocho

0930 Horas, Septiembre 11, 2525 (Calendario Militar)/

Sistema Epilson Eridani, Complejo Militar Reach

Planeta Reach

La Dra. Halsey se reclino en la silla acojinada de Méndez. Estaba considerando robarse uno de los dulces cigarros William de la caja en su escritorio –ver por que los consideraba tan placenteros. Sin embargo, el hedor que salía de la caja era abrumador. ¿Cómo era que los soportaba?

La puerta se abrió y el PM Méndez se detuvo bajo la puerta.

“Señora,” dijo, y se enderezo. “No estaba informado que estaría visitándonos hoy. De hecho, tenia entendido que estaría fuera del sistema otra semana. Yo hubiera hecho los arreglos.”

“Estoy segura que los hubiera hecho.” Ella doblo sus manos en su regazo. “Nuestra situación ha cambiado. ¿Donde están mis Spartans? No están en sus barracas, ni en ninguno de los campos de practica.”

Méndez dudo. “Ellos ya no pueden entrenar aquí, señora. Tuvimos que encontrarles… otras instalaciones.”

La Dra. Halsey se paro y aliso las tablas de su falda gris. “Talvez debería explicar esa situación, Maestre.”

“Podría,” respondió el, “pero será mas fácil mostrárselo.”

“Muy bien,” dijo la Dra. Halsey, sintiendo curiosidad. Méndez la acompaño en su Warthog personal estacionado afuera de su oficina. EL vehiculo de combate todo terreno había sido acondicionado; La pesada ametralladora en la parte de atrás había sido removida y reemplazada con una hilera de misiles Argent V.

Méndez condujo fuera de la base y hacia los caminos ventosos de la montaña. “Reach fue primeramente colonizado debido a sus ricos depósitos de titanio,” le dijo Méndez. “Hay minas en esas montañas de miles de metros de profundidad. La UNSC las usa como almacenes.”

“¿Asumo que no tiene a mis Spartans haciendo inventario hoy, Maestre?”

“No, señora. Solo necesitamos la privacidad.”

Méndez condujo el Warthog pasando un ocupado puesto de vigilancia y hacia dentro de un gran túnel que bajaba pronunciadamente bajo tierra.

“El camino siguió hacia abajo enrollándose en espiral, mas profundo bajo el solidó granito. Méndez dijo, “¿Recuerda los primeros experimentos de la marina con los exoesqueletos eléctricos?”

“No estoy segura de ver la conexión entre este lugar, mis Spartans y los proyectos de exoesqueletos,” contesto la Dra. Halsey frunciendo el ceño, “Pero le seguiré la corriente un poco más. Si, se todo sobre los prototipos Mark I. Tuvimos que abandonar ese concepto y rediseñar una armadura desde la nada para le proyecto MJOLNIR. Los Mark I consumían mucha energía. O tenían que estar conectados a un generador o usar el ineficiente poder transmitido –ninguna opción es practica en el campo de batalla.”

Méndez freno ligeramente mientras se aproximaba a un reductor de velocidad. Las masivas llantas del Warthog sonaron sobre el obstáculo.

“Usaron las unidades que no fueron abandonadas,” continuo la Dra. Halsey, “como cargadores de almacén para mover equipo pesado.” Levanto una ceja. “¿O los podrian haber tirado a un lugar como este?”

“Hay docenas de eso trajes aquí.”

“¿No ha puesto a mis Spartans en algunas de esas antigüedades?”

“No. Sus entrenadores están usándolos por su propia seguridad,” respondió Méndez. “Cuando los Spartans se recuperaron de la terapia de microgravedad, estaban dispuestos a volver a su rutina. Sin embargo, nosotros experimentamos algunas-” Hizo una pausa, buscando por la palabra correcta. “… dificultades.”

Miro a su pasajera. Su cara estaba seria. “Su primer día de vuelta, tres entrenadores fueron asesinados accidentalmente durante ejercicios de combate mano a mano.”

La Dra. Halsey levanto una ceja. “¿Entonces son mas rápidos y fuertes de lo que anticipábamos?”

“Eso,” contesto Méndez “seria subestimar la situación”.

El túnel se extendió en una larga caverna. Había luces esparcidas en las paredes, en la parte superior unos cien metros en el techo y a lo largo del piso, pero hacían poco para disipar la abrumadora oscuridad.

Méndez estación el Warthog junto a un pequeño edificio prefabricado. Bajo de un salto y ayudo a la Dra. Halsey a bajar del vehiculo. “Por aquí, por favor.” Méndez hizo un gesto hacia la habitación. “Tendremos una mejor vista desde dentro.”

El edificio tenía tres paredes transparente y varios monitores marcados MOVIMIENTO, INFRAROJO, DOPPLER, y PASIVO. Méndez presiono un botón y el cuarto se elevo a lo largo de un riel en la pared hasta que estuvieron veinte metros sobre el suelo.

Méndez presiono una tecla y hablo por el micrófono: “Luces.”

Se oyó encender las lámparas he iluminaron una sección de la caverna del tamaño de un campo de football. En el centro estaba ubicado un bunker de concreto. Tres hombres en las primitivas armaduras de poder Mark I se paraban en la cima. Seis más estaban ubicados a distancias iguales alrededor del perímetro. Una señal roja estaba ubicada en el centro del bunker.

“¿Capturar la bandera?” pregunto la Dra. Halsey. “¿Pasando todo esa pesada protección?”

“Si, los entrenadores en esos exoesqueletos pueden correr a treinta y dos KPH, levantar dos toneladas y tienen mini ametralladoras de treinta milímetros montadas en soportes con auto objetivo –balas aturdidoras, por supuesto. También están equipadas con lo último en Sensores de movimiento y visores infrarrojos. Se necesitarían dos o tres pelotones de marines convencionales para tomar ese bunker.”

Méndez hablo nuevamente en el micrófono, y su vos hizo eco en las paredes de la caverna: “Inicien el ejercicio.”

Pasaron sesenta segundos, no paso nada. Ciento veinte segundos. “¿Donde están los Spartans?” pregunto la Dra. Halsey.

“están aquí,” Contesto Méndez. La Dra. Halsey alcanzo a ver un movimiento en la oscuridad: una sombra contra las sombras, una silueta familiar

“¿Kelly?” susurro.

Los entrenadores giraron y dispararon a la sombra, pero se movía con una rapidez casi supernatural. Incluso los sistemas auto objetivo no podían rastrearla.

Desde arriba, un hombre rapeleo libremente desde las vigas y cables en la parte superior. El bienvenido aterrizo detrás de uno de los guardias del perímetro, sigiloso como un gato. Golpeo la armadura del guardia dos veces, abollando las pesadas placas, y luego se agacho y barrio las piernas del objetivo de debajo de el. El guardia cayó al suelo.

El Spartan sujeto su línea de rapel al entrenador. Un momento después el retorcido guardia salio disparado hacia arriba, hacia la oscuridad.

Otros dos guardias giraron para atacar.

El Spartan esquivo, rodó, y se fundió en las sombras.

La Dra. Halsey se dio cuenta que el exoesqueleto del guardia no estaba siendo jalado hacia arriba –estaba siendo usado como un contrapeso.

Dos Spartans mas colgando del otro extremo de esa cuerda, cayeron desapercibidos en el centro del bunker. La Dra. Halsey inmediatamente reconoció a un de ellos, a pesar de que estaba vestido completamente de negro, excepto por la ranura para los ojos –Numero 117. John.

John aterrizo, se preparo y pateo a un guardia. El guardia aterrizo en una pila… a ocho metros de distancia.

El otro Spartan bajo de un salto del bunker; se volvo de lado a lado, evadiendo las balas aturdidoras que llenaban el aire. Se lanzo hacia el guardia más lejano y se deslizaron juntos hacia las sombras. El arma del guardia destelleo una vez, y luego se volvió oscuridad nuevamente.

En la cima del bunker, John era un borrón de rápidos movimientos.

El exotraje de un segundo guardia se volvió una fuente de fluido hidráulico y entonces se colapso bajo el peso de la armadura.

El ultimo guardia sobre el bunker giro para disparar a John. Halsey se aferro al filo de la silla. “¡Ese es un disparo a quemarropa! ¡Incluso las balas aturdidoras pueden matar a esa distancia!”

Mientras el guardia disparaba el arma, John dio se hizo a un lado. Las balas cortaron el aire. Un fallo limpio. John tomo el soporte del arma –lo giro- y con un chirrido de metal, lo libero del exoesqueleto. El disparo directamente al pecho del hombre y lo envió rebotando hacia abajo del bunker.

Los cuatro guardias del perímetro restantes giraron y rociaron el área con fuego de supresión.

Un latido después las luces se apagaron.

Méndez maldijo y hablo por el micrófono. “¡Respaldo! ¡Prendan las luces de respaldo ahora!”

Una docena de lámparas ámbar parpadearon al encenderse.

No había ningún Spartan a la vista, pero los nueve entrenadores estaban o inconcientes o yacían inmóviles en la armadura de batalla inerte.

La bandera roja no estaba.

“Muéstremelo nuevamente,” dijo la Dra. Halsey incrédula. “Grabo todo eso, ¿No?”

“Claro.” Méndez presiono un botón pero los monitores reprodujeron estática. “Maldición, también tomaron las cámaras,” murmuro, impresionado. “Cada vez que encontramos un nuevo lugar para ocultarlos, ellos deshabilitan los dispositivos de grabación.”

La Dra. Halsey se inclino contra la pared de vidrio mirando la carnicería de abajo. “Muy bien, Maestre Méndez, ¿Que mas necesito saber?”

“Sus Spartans pueden correr en ráfagas de hasta cincuenta y cinco KPH,” explico. “Kelly puede correr un poco mas rápido, creo. Solo se harán mas rápidos mientras se ajustan a sus ‘alteraciones’ que le hemos hecho a sus cuerpos. Pueden levantar tres veces su propio peso –el cual, debo añadir, es casi el doble de lo normal debido a su aumentada densidad muscular. Y virtualmente pueden ver en la oscuridad.

La Dra. Halsey considero los nuevos datos. “No deberían estar actuando tan bien. Debe haber efectos sinérgicos inexplicados debido a las combinadas modificaciones. ¿Cuáles son sus tiempos de reacción?”

“Casi imposible de graficar. Lo estimamos en veinte milisegundos,” respondió Méndez. Negó con la cabeza, luego añadió. “Creo que es significativamente mas rápido en situaciones de combate, cuando su adrenalina esta bombeando.”

“¿Alguna inestabilidad psicología o mental?”

“Ninguna. Ellos trabajan como ningún otro equipo que haya visto antes. Casi malditamente telepáticos. Si me pregunta. Ellos fueron traídos a estas cuevas el día de ayer, y no se donde obtuvieron los trajes negros o la cuerda de esa maniobra, pero le puedo garantizar que no han dejado esta cámara. Ellos improvisan y mejoran y se adaptan.

“Y,” añadió, “les gusta. Entre mas difícil el reto, mas dura la lucha… mejor se vuelve su moral.”

La Dra. Halsey observo mientras el primer entrenador se movía y luchaba por salir de su armadura inerte. “Ellos bien podrian haber muerto,” murmuro. “¿Pero pueden los Spartans matar?, ¿Matar a propósito?, ¿están listos para un combate real?”

Méndez miro a lo lejos e hizo una pausa antes de hablar. “Si. Si se les ordena hacerlo, matarían muy eficientemente.” Su cuerpo se puso rígido. “¿Puedo preguntarles que quiere decir con ‘combate real’, señora?”

Ella tomo sus manos y las movió nerviosamente. “Ha pasado algo, Maestre. Algo que la ONI y los almirantes nunca esperaron. El alto mando quiere desplegar a los Spartans. Quieren probarlos en una mision de combate real.”

“están tan listos para eso como puedo hacerlos,” dijo Méndez. Cerró un poco sus ojos obscuros. “pero esto esta muy adelantado a su agenda. ¿Qué paso? He oído rumores de que hubo alguna acción pesada en la colonia Harvest.”

“Sus rumores están muy atrasados, Maestre,” dijo ella, y un escalofrió entro en su voz. “Ya no hay mas lucha en Harvest. Ya no hay mas Harvest.”

La Dra. Halsey presiono el botón de descenso, y la habitación de observación lentamente bajo hacia el piso.

“Sáquelos de este agujero,” dijo secamente. “Los quiero listos para pasar revista a las 0400. Tenemos una reunión a las 0600 mañana a bordo del Pioneer. Los llevaremos a una mision que la ONI ha estado guardando para la tripulación correcta en el momento correcto. Esta es.”

“Si, señora,” respondió Méndez.

“Mañana veremos si todo el sufrimiento por el que han pasado ha valido la pena.”

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