8.30.2007

Capitulo Nueve

0605 Horas, Septiembre 12, 2525 (Calendario Militar)/

Destructor de la UNSC Pioneer, en ruta al Sistema Eridanus.

John y los otros Spartans estaban en posición de descanso.

El cuarto de reportes a bordo del Destructor de la UNSC Pioneer lo ponía incomodo. Los proyectores holográficos en el lado lejano del cuarto triangular mostraban un campo de estrellas que era visible desde la proa de la nave. John no estaba acostumbrado a ver tanto espacio; se mantenía esperando a que el cuarto se descomprimiera explosivamente.

Las estrellas parpadearon y desaparecieron y las luces del techo se iluminaron. El Primer Maestre Méndez y la Dra. Halsey entraron a la habitación.

Los Spartans se pusieron en firmes.

“En descanso,” dijo Méndez. Se tomo las manos por la espalda y apretó los músculos de su quijada. El Maestre parecía casi… nervioso.

Eso puso nervioso a John, también.

La Dra. Halsey camino hacia el podio. Las luces se reflejaban en sus lentes. “Buenos días. Spartans. Tengo buenas noticias para ustedes. Nos ha llegado la orden. El comando ha decidido probar sus habilidades únicas. Tienen una nueva mision: una base insurgente en el Sistema Eridanus.”

Un mapa estelar apareció en la pared e hizo un acercamiento para mostrar un sol naranja rodeado de doce planetas. “En 2513, una insurrección armada en este sistema fue suprimida por las fuerzas de la UNSC en la operación TREBUCHET.”

Un mapa táctico ínter sistema apareció. Pequeños iconos representando transportadores y destructores parpadearon. Se encontraron en un enfrentamiento con una fuerza de unas cien naves más pequeñas. Puntos de fuego aparecieron contra la oscuridad.

“La insurrección fue derrotada,” continuo la Dra. Halsey. “Sin embargo, elementos de las fuerzas rebeldes escaparon y se reagruparon en el cinturón de asteroides del sistema.”

El mapa giro y se acerco dentro del círculo de escombros alrededor de la estrella.

“Miles de millones de rocas,” dijo la Dra. Halsey, “donde se ocultaron de nuestras fuerzas… y continúan ocultándose hasta hoy. Por algún tiempo la ONI creyó que los rebeldes estaban desorganizados, y que no tenían líder. Eso parece haber cambiando.”

“Creemos que uno de esos asteroides ha sido ahuecado, y que una formidable base ha sido construida dentro. Las exploraciones de la UNSC dentro del cinturón no han podido hacer ningún contacto, o han caído en una emboscada con fuerzas superiores.”

John y los demás Spartans se inquietaron. ¿Una fuga? Era posible. Déjà les había mostrado muchas batallas históricas que habían sido ganadas y perdidas gracias a los traidores o informantes. Pero no se le había ocurrido que eso podía pasar en la UNSC.

Una imagen plana apareció sobre el mapa estelar: un hombre de mediana edad con cabello adelgazado, barba cortada al ras, y ojos grises húmedos.

“Este es su líder,” dijo la Dra. Halsey. “El Coronel Robert Watts. La foto original fue tomada después de la Operación TREBUCHET y ha sido modificada por computadora para compensar la edad.

“Su mision es infiltrarse en la base rebelde, capturar a Watts y rastrear a los traidores dentro de FLEETCOM (Comando de flota).

La Dra. Halsey se hizo a un lado. “¿Maestre Méndez?”

Méndez exhalo y libero sus manos. Se dirigió hacia el podio y aclaro su garganta. “Esta operación será diferente de sus misiones anteriores. Estarán enfrentándose al enemigo usando municiones reales y fuerza letal. Ellos regresaran el favor. Si hay alguna duda o confusion –y no se equivoquen, en combate habrá confusion- no tomen no lo piensen dos veces. Maten primero, hagan preguntas después.”

“El apoyo en esta mision estará limitada a los recursos y poder de fuego de este destructor,” continuo Méndez. “Esto es para minimizar las posibilidades de una fuga de informacion en la estructura de comando.”

Méndez camino hacia el mapa estelar. La cara del Coronel Watts desapareció y planos de un carguero clase Parábola aparecieron.

“A pesar de que no conocemos la ubicación de la base rebelde, creemos que reciben envíos periódicos desde Eridanus Dos. El carguero independiente Laden esta por dejar el puerto espacial en seis horas para una recertificación de rutina de sus motores. Esta siendo cargado con suficiente agua y comida para proveer una pequeña ciudad. Adicionalmente, su capitán ha sido identificado como un oficial rebelde que se pensaba había sido asesinado durante la Operación TREBUCHET.

“Entraran a este carguero sin ser detectados y esperamos que sean llevados a la base rebelde. Una vez ahí, deben infiltrarse en las instalaciones, tomar a Watts, y salir de esa roca de cualquier modo posible.”

El Maestre Méndez los miro a todos. “¿Preguntas?”

“Señor,” Dijo John. “¿Cuáles son nuestras opciones de extracción?”

“Tienen dos opciones: un botón de pánico que enviara una señal de ayuda a una nave escucha preestablecida. Además, el Pioneer continuara en la estación… brevemente. El tiempo que estaremos aquí es de trece horas.” Toco el mapa estelar en el eje del cinturón de asteroides y brillo una marca de navegación azul. “Les dejo la elección del modo de extracción. Pero tomen en cuenta que este cinturón de asteroides tiene una circunferencia de más de mil millones de kilómetros… haciendo imposible cubrirla con la nave de vigilancia de la ONI. Si las cosas se ponen difíciles, estarán solos.

“¿Alguna otra pregunta?”

Los Spartans estaban sentados, en silencio en inmóviles.

“¿No? Bien, Escuchen reclutas,” añadió Méndez. “En esta ocasión ya les he dicho todos los giros de los que tengo conocimiento. Estén preparados para todo.” Sus ojos se fijaron en John. “líder de Escuadrón, eres por lo tanto, promocionado al rango de Cabo.”

“¡Señor!”, John cambio a la posición de atención.

“Forme a su grupo y prepare su equipamiento. Estén listos para pasar revista a las 0300. Los dejaremos en los puertos de Eridanus Dos. Estarán por su cuenta desde ahí.

“¡Si, señor!”

Méndez saludo. El y la Dra. Halsey dejaron la habitación.

John volteo para encarar a sus compañeros. Los demás Spartans se pararon en atención. Treinta y tres –demasiados para esta operación. Necesitaba un equipo pequeño: cinco o seis como máximo.

“Sam, Kelly, Linda y Fred, véanme en el compartimiento de armas en diez minutos.” Los demás Spartans suspiraron y su mirada cayó a la cubierta. “El resto de ustedes se puede ir. Tendrán la parte mas difícil de esta mision: Tendrán que esperar aquí.”

El compartimiento de armas del Pioneer había sido abastecido con una gran variedad de equipo de combate. En una mesa había pistolas, cuchillos, equipo de comunicación, armaduras corporales, explosivos, paquetes médicos, equipo de sobré vivencia, computadoras portátiles, incluso un equipo de propulsión para maniobras en el espacio.

Sin embargo, más importante que los artículos, John evaluó a los miembros de su equipo.

Sam se había recuperado de la aumentación más rápido que cualquiera de los otros Spartans. Caminaba impacientemente entre las cajas de granadas. Era el mas fuerte de todos ellos. Era más alto que John por una cabeza. Le había crecido su cabello color arena tres centímetros. El Maestre Méndez le había advertido que pronto iba a lucir como un civil.

A Kelly, por el contrario, le había tomado mucho mas tiempo recuperarse. Estaba parada en la esquina con sus brazos cruzados sobre su pecho. John había pensado que ella no lo iba a lograr. Ella todavía estaba demacrada y su cabello todavía estaba por crecer. Su cara, sin embargo, todavía tenía su áspera belleza angular. También le daba un poco de miedo a John, Era rápida antes… ahora nadie podía tocarla si ella no lo permitía.

Fred estaba sentado en la cubierta con las piernas cruzadas, haciendo girar un cuchillo de combate muy afilado en arcos resplandecientes. Siempre llegaba segundo en todas las pruebas. John pensaba que podía llegar en primero, pero simplemente no le gustaba la atención. No era demasiado bajo ni alto. No era muy musculoso ni delgado. Su cabello negro tenía algunas líneas de plata –una característica que no tenía antes de la aumentación. Si cualquiera en el grupo podía mezclarse en la multitud, debería ser el.

Linda era el miembro mas callado del grupo. Estaba pálida, tenía el cabello rojo muy corto y tenia ojos verdes. Era una gran tiradora, una artista con el rifle de francotirador.

Kelly dio una vuelta a la mesa, tomo un par de monos azules manchados de grasa. Su nombre había sido bordado torpemente en el pecho. “¿Estos son nuestros nuevos uniformes?”

La ONI los trajo,” dijo John. “Se supone que son iguales a los que usa la tripulación del Ladeen.”

Kelly sostuvo el mono y frunció el ceño. “No le dan a una chica mucho con que trabajar.”

“Prueba si este es de tu tamaño.” Linda sostenía un traje negro ajustado, de cuerpo entero hacia la esbelta figura de Kelly.

Habían usado esos trajes negros antes. Se ajustaban a la forma del cuerpo y eran una protección corporal de polimero ligero. Podían desviar una munición de calibre pequeño y tenían unidades de calentamiento y refrigeración que podían cubrir sus señales infrarrojas. El casco integrado tenia un equipo de comunicación y encriptación, una pantalla en el visor y detectores térmicos y de movimiento. Bien sellado, la unidad tenia una reserva de oxigeno de quince minutos para permitir al usuario sobrevivir en el vacío.

Los trajes eran incómodos, y eran difíciles de reparar en el campo. Y siempre necesitaban reparaciones.

“Están muy ajustados,” Dijo Kelly. “Limitara mi rango de movimiento.”

“Los usaremos para esta operación,” le dijo John. “Hay muchos lugares entre aquí y allá con nada que respirar excepto vacío. Para el resto del su equipamiento, tomen lo que quieran –pero estén ligeros. Sin datos de reconocimiento en este lugar, tenemos que movernos rápido, o estaremos muertos.”

El equipo empezó a seleccionar sus armas primero.

“¿Calibre treinta y ocho?” Pregunto Fred.

“Si,” respondió John. “Todos tomen pistolas que usen municiones calibre .390 para que podamos compartir los cargadores si lo necesitamos. Excepto linda.”

Linda gravito hacia un rifle de barril largo color negro opaco –el SRS99C-S2 AM. El sistema del rifle de francotirador tenia secciones modulares: lentes, cargadores, barriles, incluso en mecanismo de disparo podía ser intercambiado. Ella rápidamente desarmo el rifle y lo reconfiguro. Incluyo un barril de eliminación de sonido y luz, y para compensar por la lenta velocidad de salida, incremento el calibre de la munición a .450. Se deshizo de todas las mirillas y los lentes y se conformo por un enlace integrado a la pantalla en el visor de su casco. Se embolso cinco cargadores de munición extendidos.

John también eligió un MA2B, una versión recortada del rifle de asalto estándar MA5B. Era firme y confiable, con un sistema de objetivo electrónico y un indicador del nivel de munición. También tenía un sistema de reducción de culatazo, y podía disparar un impresionante número de quince balas por segundo.

Tomo un cuchillo: una hoja de veinte centímetros, un filo aserrado, hecha de carburo de titanio opaco, y balanceado para arrojar.

John tomo el botón de pánico –una pequeña caja con un sencillo botón de emergencia. Tenía dos configuraciones. La roja alertaba al Pioneer que estaban en dificultades, y que entrara con las armas preparadas. El verde simplemente marcaba la ubicación de la base para un asalto posterior por la UNCS.

Tomo dos manojos de cargadores –hizo una pausa. Los bajo y embolso cinco. Si llegaban a una situación en la que necesitara tanto poder de fuego, su mision estaba acabada.

Todos tomaron un equipo similar, con unas pequeñas variantes. Kelly selecciono una pequeña computadora con enlaces infrarrojos. Ella también tenia el equipo medico de campo.

Fred empaco un equipo de propósito estándar para abrir cerrojos.

Linda selecciono tres transmisores de marcas de navegación, cada uno del tamaño de una garrapata. Los rastreadores podían adherirse a un objeto y transmitirían su ubicación al monitor en el visor de los Spartans.

Sam se cargo con dos mochilas de tamaño mediano –“paquetes de daño.” Estaban llenos con C-12, explosivos suficientes para hacer penetrar a través de tres metros de placas de armadura de una nave de batalla.

“¿Tienes suficiente de eso?” Le pregunto Kelly irónicamente.

“¿Crees que deba llevar más?” respondió Sam, y sonrió. “Nada como un poco de fuegos artificiales para celebrar el fin de una mision.”

“¿Todos listos?” pregunto John.

La sonrisa de Sam desapareció y metió rápidamente un cargador extendido dentro de su MA2B. “¡Listo!”

Kelly le hizo una seña a John con el pulgar hacia arriba.

Fred y Linda asintieron.

“Entonces vamos a trabajar.”

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