8.31.2007

Capitulo Once

0600 Horas, Noviembre 2, 2525 (Calendario Militar)/

Sistema Epsilon Eridani, Complejo Militar de la UNSC Reach, planeta Reach.

John se pregunto quien había muerto. Los Spartans habían sido llamados a pasar revista en sus uniformes de traje solo una ocasión anterior: una ceremonia funeraria.

El Corazón Púrpura con el que lo habían premiado en su última mision, brillaba en su pecho. Se aseguro de que estuviera pulida hasta quedar bien brillante. Sobresalía contra su chaqueta de lana negra. Ocasionalmente John la miraba, para asegurarse si todavía estaba ahí.

Se sentó en la tercera fila del anfiteatro y encaro a la plataforma central. Los demás Spartans se sentaban calladamente en los anillos de gradas concéntricas. Reflectores parpadearon en el escenario vació.

Había estado en la cámara segura de informes antes. Aquí fue donde la Dra. Halsey les había dicho que iban a ser soldados. Aquí fue donde su vida había cambiado y le había sido dado un propósito.

El Maestre Méndez entro en la habitación y marcho a la plataforma central. También usaba su uniforme negro. Su pecho estaba cubierto con Estrellas de Plata y Bronce, tres Corazones Púrpura, la medalla de la Legión de Honor Roja. Y un arco iris de cintas de campaña. Recientemente se había afeitado la cabeza.

Los Spartans se levantaron y se asumieron la posición de firmes.

La Dra. Halsey entro. A John le parecía más vieja, las arrugas en la esquina de sus ojos y boca eran más pronunciadas, tenía líneas de gris en su cabello oscuro. Pero sus ojos azules estaban tan afilados como siempre. Usaba pantalones grises, una camisa blanca, y sus lentes colgaban bajo su cuello en una cadena de oro.

“Almirante en cubierta,” anuncio Méndez.

Todos ellos se enderezaron un poco más.

Un hombre unos diez años mayor que la Dra. Halsey camino al escenario. Su corto cabello color plata lucia como un casco de acero. Su caminar era extrañamente largo –lo que la tripulación llamaba “caminata espacial”- consecuencia de pasar mucho tiempo en microgravedad. Usaba un simple uniforme negro de la UNSC sin adornos. No llevaba medallas o cintas de campaña. Sin embargo, la insignia en el antebrazo de su chaquete era inconfundible: la sencilla estrella dorada de un Contralmirante.

“En descanso, Spartans,” dijo el. “Soy en Almirante Stanforth.”

Los Spartans tomaron sus asientos al unísono.

El polvo formo un remolino sobre el escenario y cayo sobre una figura cubierta. Su cara estaba obscurecida dentro de las sombras de su capucha. John no pudo distinguir manos al final de sus mangas.

“Este es Beowulf,” dijo el Almirante Stanforth haciendo un gesto hacia la criatura fantasmal. La voz de Stanforth era calmada, pero el disgusto era evidente en su cara. “El es nuestra IA agregado en la Oficina de Inteligencia Naval.”

Quito la vista del IA. “Tenemos muchos asuntos importantes que cubrir esta mañana, así que empecemos.”

Las luces disminuyeron. Un sol ámbar apareció en el centro de la habitación con tres planetas en órbita cercana.

“Este es Harvest,” dijo el. “Tiene una población aproximada de tres millones. A pesar de estar en la periferia del espacio controlado de la UNSC, este mundo es una de nuestras colonias mas productivas y pacificas.”

La vista holográfica hizo un acercamiento en la superficie del planeta y mostró tierras verdes y bosques y miles de lagos abarrotados con bancos de peces.

“A las 1423 horas, del 3 de Febrero de acuerdo al calendario militar, La plataforma orbital de Harvest hizo contacto a través de un radar de largo alcance con este objeto.”

Una silueta borrosa apareció sobre el escenario. “El análisis espectroscópico no fue concluyente,” dijo el Almirante Stanforth. “El material con que esta construido el objeto nos es desconocido.

Una grafica de absorción molecular apareció en una pantalla lateral, picos y líneas accidentadas indicaban la proporción relativa de los elementos.

Beowulf levanto un brazo bajo el manto y la imagen se oscureció. Las palabras INFORMACION CLASIFICADA aparecieron sobre los datos oscurecidos.

El Almirante Stanforth le lanzo una mirada al IA.

“El contacto con Harvest,” continuo, “se perdió poco después. La Administración de Colonias Militares envió a la nave exploradora Argo a investigar. La nave llego al sistema en veintiuno de abril, pero además de una breve transmisión para confirmar su posición de salida estelar, no fueron hechos mas reportes.”

“En respuesta, el Comando de la Flota reunió a un grupo de batalla para investigar. El grupo consistía en el destructor Heracles, comandado por el Capitán Veredi, así como las fragatas Arabia y Vostok. Ellas entraron en el Sistema Harvest el siete de octubre y descubrió lo siguiente.”

El holograma del planeta Harvest cambio. Los campos de exuberante vegetación y redondeadas colinas se transformaron, convirtiéndose en un desierto árido lleno de cráteres. Delgados rayos de luz gris se reflejaban en la corteza vidriosa. El calor oleaba en el aire desde la superficie. Regiones aisladas brillaban rojas.

“Esto es lo que queda de la colonia.” El Almirante hizo una pausa un momento para mirar a la imagen, y luego continuo. “Asumimos que todos sus habitantes son perdidas.”

Tres millones de vidas perdidas. John no podía figurar la fuerza bruta que había tomado matar a tantos –por un momento se dividió entre el horror y la envidia. Miro el Corazón Púrpura pegado en su pecho y recordó a sus compañeros perdidos. ¿Como podía una simple bala comprarse con tantas vidas desperdiciadas? De pronto ya no estaba orgulloso de su condecoración.

“Y esto es lo que el grupo de batalla Heracles encontró en orbita,” les dijo el Almirante Stanforth.

La silueta borrosa aun era visible, colgando en el aire, definida en un buen enfoque. Parecía lisa y orgánica. Y el casco poseía un extraño brillo opalescente –parecía mas el caparazón de un insecto exótico que un casco de metal de una nave espacial. Metidas en un hueco en la parte de popa, había capsulas que pulsaban con un brillo púrpura blanquecino. La proa de la nave estaba curvada como la cabeza de una ballena. John pensó que poseía una rara y predadora belleza.

La nave no identificada,” dijo el Almirante, “lanzo un ataque inmediato contra nuestras fuerzas.”

Resplandores azules parpadearon desde la nave. Puntos de Luz roja aparecieron a lo largo de su casco. Proyectiles de energía se fundieron en un fiera mancha en la oscuridad del espacio. Los mortales resplandores de luz impactaron en el Arabia, salpicando a través del casco. Su metro de placas de armadura instantáneamente se fundieron y una nube de atmósfera encendida salio en ráfaga de la ruptura en el casco de la nave. “Esos fueron pulsos láser,” explico el Almirante Stanforth, “y –si podemos creer en este registro- alguna especie de arma autoguiada de plasma súper calentado.”

El Heracles y el Vostok lanzaron misiles hacia la nave. Los láseres del enemigo dispararon a la mitad de ellos antes de llegar al objetivo. El resto de los misiles impactaron, detonando en flores de fuego… que se apagaron rápidamente. La extraña nave brillo con una especie de cubierta semitransparente, la cual se desvaneció.

“También parecen tener un escudo de energía reflectante.” El Almirante Stanforth hizo una respiración profunda y sus rasgos se endurecieron en una mascara de severa determinación. “El Vostok y el Arabia se perdieron con toda su tripulación. El Heracles salto fuera del sistema, pero debido al daño que tuvo, le tomo varias semanas al Capitán Veredi regresar a Reach.

“Estas armas y sistemas defensivos están actualmente mas allá de nuestra tecnología. Por lo tanto… esta nave no es de origen humano.” Hizo una pausa, luego añadió, “Son el producto de una raza con una tecnología mucho mas avanzada que la nuestra.”

Un murmullo se hizo sonar a través de la cámara.

“Hemos, por supuesto, desarrollado un numero de escenarios de primer contacto,” continuo el Almirante, “y el Capitán Veredi siguió nuestros protocolos establecidos. Teníamos la esperanza que el contacto con una nueva raza fuera pacifica. Obviamente este no fue el caso –la nave alienígena no abrió fuego hasta que nuestra fuerza de tarea inicio los intentos de comunicación.”

Hizo una pausa, considerando sus palabras. “Fragmentos de las transmisiones enemigas fueron interceptados,” continuo. “Algunas palabras han sido traducidas. Creemos que se llaman a si mismos ‘El Covenant.’ Sin embargo, antes de abrir fuego, la nave alienígena transmitió libremente el siguiente mensaje.”

Hizo un gesto a Beowulf, quien asintió. Un momento después una voz resonó desde las bocinas del anfiteatro. John se agarroto en su asiento cuando la escucho; la voz desde las bocinas sonaba rara, artificial –extrañamente calma y formal, pero cargada con furia y amenaza.

“Su destrucción es la voluntad de los dioses… y nosotros somos su instrumento.”

John estaba atemorizado. Se levanto.

“Si, ¿Spartan?” dijo Stanforth.

“Señor, ¿Es esta una traducción?”

“No,” respondió el Almirante. “Ellos nos transmitieron esto en nuestro idioma. Creemos que usaron alguna clase de sistema de traducción para preparar el mensaje… pero eso significa que nos han estado estudiando por algún tiempo.”

John tomo asiento.

“Desde el primero de noviembre, la UNSC ordeno el estado de alerta total,”dijo Stanforth. “el Vicealmirante Preston Cole esta movilizando la flota mas grande en la historia de la humanidad para retomar el Sistema Harvest y confrontar esta nueva amenaza. Su transmisión hizo una cosa perfectamente clara: Están buscando pelea.”

Solo años de disciplina militar mantuvieron a John pegado a su asiento –en caso contrario se habría levantado y pedido ser voluntario en ese mismo momento. Hubiera dado todo para ir y pelear. Esta era la amenaza para la que el y los demás Spartans habían estado entrenando toda su vida –estaba seguro de eso. No para rebeldes diseminados, piratas o disidentes políticos.

“Debido a esta amplia movilización de la UNSC,” continuo el Almirante Stanforth, “su programa de entrenamiento será acelerado hasta su fase final: el Proyecto MJOLNIR.”

Dio un paso a un lado del podio y sujeto sus manos en su espalda. “Con ese fin, me temo que tengo otro anuncio desagradable.” Giro hacia el Maestre. “El Primer Maestre Méndez nos dejara para entrenar al siguiente grupo de Spartans. ¿Maestre?”

John agarro el eje de la grada. El Maestre Méndez siempre había estado ahí para ellos, la única constante en el universo. El Almirante Stanforth bien pudo haberle dicho que Epsilon Eridani iba a dejar el Sistema Reach.

El Maestre subió al podio y lo tomo por los bordes.

“Reclutas,” dijo, “pronto su entrenamiento estará completo, y se graduaran en el rango de Tercer Maestres en la UNSC. Una de las primeras cosas que aprenderán es que el cambio es una parte de la vida del soldado. “Harán y perderán amigos. Se moverán. Es parte del trabajo.”

Miro a su audiencia. Sus ojos oscuros descansaron en cada uno de ellos. Asintió, pareciendo satisfecho con lo que vio.

“Los Spartans son el mejor grupo de soldados que he encontrado,” dijo. “Ha sido un privilegio entrenarlos. Nunca olviden lo que he tratado de enseñarles –deber, honor y sacrificio por el bien mayor de la humanidad son las cualidades que hacen de ustedes los mejores.”

Estuvo en silencio por un momento, buscando más palabras. Pero sin encontrar más, se paro en firmes y saludo.

“Atención,” ordeno John. Los Spartans se levantaron como uno solo y saludaron al Maestre.

“Rompan filas, Spartans,”dijo el Maestre Méndez. “Y buena suerte.” El termino el saludo.

Los Spartans bajaron sus manos de golpe. Dudaron un momento, y luego con reticencia abandonaron el anfiteatro.

John se quedo atrás. Tenia que hablar con el Maestre Méndez.

La Dra. Halsey hablo brevemente con el Maestre y el Almirante, luego ella y el Almirante se fueron juntos. Beowulf se dirigió hacia la pared lejana y se desvaneció como un fantasma.

El Maestre tomo su sombrero, miro a John y camino hacia el. Asintió hacia el holograma de la colonia quemada, Harvest, todavía girando en el aire. “Una ultima lección, Tercer Maestre,” dijo. “¿Qué opciones tácticas tienes cuando atacan a un oponente mas fuerte?”

“¡Señor!” dijo John. “Hay dos opciones. Atacar rápidamente y con toda la fuerza a su punto mas débil –derrotarlos rápidamente antes de que tengan oportunidad de responder.”

“Bien,” dijo el. “¿Y la otra opción?”

“Retirarse,” respondió John. “Enfrentarlos con acciones de guerrilla o conseguir refuerzos.”

El Maestre suspiro. “Esas son respuestas correctas,” dijo, “pero puede que no sean correctas esta ocasión. Siéntate, por favor.”

John se sentó, y el Maestre se sentó junto a el en la grada.

“Hay una tercera opción.” El Maestre giro su sombrero en sus manos. “Una opción que otros pueden considerar eventualmente…”

“¿Señor?”

“Rendición,” susurro el Maestre. “Eso, sin embargo, no es nunca una opción para los que son como tu o yo. No tenemos el lujo de echarnos atrás.” Miro hacia Harvest –una brillante bola de vidrio. “Y dudo que un enemigo como este nos deje rendirnos.”

“Creo entender, señor.”

“Asegúrate de hacerlo. Y asegúrate de no dejar que alguien mas se rinda.” Miro a las sombras más allá de la plataforma central. “El Proyecto MJOLNIR hará a los Spartans en algo... nuevo. Algo en lo que yo nunca los convertiría. No puedo explicar todo –ese maldito espectro de la ONI sigue aquí escuchando –solo confía en la Dra. Halsey.”

“El Maestre esculco en el bolsillo de su chaleco. “Estaba esperando verte antes de que me enviaran fuera. Tengo algo para ti.” Puso un pequeño disco de metal en la grada, entre ellos.

“La primera vez que viniste aquí,” dijo el Maestre, “Peleaste con los entrenadores cuando te quitaron esto –rompiste algunos dedos según recuerdo.” Sus rasgos duros permitieron una rara sonrisa.”

John levanto el disco y lo examino. Era una antigua moneda de plata. La hizo girar entre sus dedos.

“Tiene un águila en un lado,” dijo Méndez. “Esa ave es como tu –rápida y mortal.”

John cerró sus dedos alrededor de la moneda. “Gracias, señor.”

El quería decir que era rápido y fuerte por que el Maestre lo había hecho así. Quería decirle que estaba listo para defender a la humanidad en contra de esta nueva amenaza. Quería decir que sin el Maestre, el no tenia propósito, no tenía integridad, y no tenía deber que mantener. Pero John no tenía las palabras. Solo se sentó ahí.

Méndez se puso en pie. “Ha sido un honor servir contigo.” En lugar de saludar, extendió su mano.

John se levanto. Tomo la mano del Maestre y se saludaron. Hizo un gran esfuerzo –cada instinto le gritaba que hiciera un saludo militar.

“Adiós,” dijo el Maestre Méndez.

Giro enérgicamente en su talón y camino fuera de la habitación.

John nunca volvió a verlo.

12 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Nombre excelente iniciativa de tu parte, no sabia que existia libros de halo peor leyendo todo lo que has peusto me he quedado picado, ojala puedas seguir con esto, vas por muy buen camino, cuantos capitulos son?

6 de septiembre de 2007, 12:56 p.m.  
Blogger Ranulfo dijo...

Gracias

Son treinta y siete capitulos mas el epilogo...

Esta semana estuve muy ocupado graciar a los dichosos huracanaes y ahorita estoy familarizandome nuevamente con el teclado...

Espero poner otro par de capitulos a principios de la semana proxima...

6 de septiembre de 2007, 3:09 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

hola amigo me dejastes picado con la historia de halo me eche los 11 cap en unas horillas gracias bro todos los que no sabemos mucho ingles nos cae de maravilla siguele asi para cuando tienes ,mas cap de 11 en adelante n.n
pD. gracias

7 de septiembre de 2007, 11:22 p.m.  
Blogger vice the LG dijo...

Lo prometido es deuda,dije que pondria mi comentario en el ultimo capitulo y aqui esta,espero siguas poniedo los capitulos porque muchos no conocemos la historia de los libros por diferentes razones,salu2 y gracias de nuevo.

8 de septiembre de 2007, 9:36 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

hola amigo espero que termines este gran proyecto y la derdad me gusto tu trabajo y espero que lo sigas subiend nos vemos

9 de septiembre de 2007, 3:38 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Gracias we, pocos se preocupan por traducir los libros, t voi a agregar en live, soy SAQUEADOR, espero q sigas con este proyecto.

10 de septiembre de 2007, 8:04 p.m.  
Blogger dst dijo...

bravo bravo me la lei completa en un par de horas .... quiero leer el segundo libro... muchas gracias amigo muchas gracias

11 de septiembre de 2007, 11:55 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

GRACIAS BROTHER ESTO ES UN PAROTE A TODOS SIGUE ASI

12 de septiembre de 2007, 9:20 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Osiris:

Que bien que hagas esto, voy a leer los capitulos que haz traduciodo y al terminar de leerlos te dejare otro comentario. Es la primera vez que veo una página donde puedo obtener el libro traducido, muchas gracias pues como puedes imaginar soy fan de Halo, espero con ansias Halo 3. Espero no te importe pero voy a mandarles a mis amigos que tambien son fanaticos de Halo tu traducción, para que lo disfruten. Gracias.

13 de septiembre de 2007, 7:04 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Hola;

Me gusta mucho la historia ojala sigas subiendo mas.

Saludos.

14 de septiembre de 2007, 11:22 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Porfa pon mas capitulos me degate en suspenso mucho suspenso bueno ojala puedas segir poniendo capitulos saludos
Bye

15 de septiembre de 2007, 5:32 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

viejo... no creo que necesites ayuda traduciendolos, pero te la ofrezco, los he estado buscando por un buen rato, muchas gracias en nombre de todos wey.

24 de septiembre de 2007, 5:06 p.m.  

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