9.20.2007

Capitulo Doce

1750 Horas, Noviembre 27, 2525 (Calendario Militar)/

Fragata de la UNSC Commonwealth en ruta a la Instalación de Prueba de Materiales Damascus, Planeta Chi Ceti 4


La pantalla en el cuarto de literas de la fragata de la UNSC Commonwealth se encendió al tiempo que la nave entro en el espacio normal. Partículas de nieve bañaron la cámara externa y dieron al distante sol amarillo, Chi Ceti, un aro fantasmal.

John observo y continuo reflexionando sobre la palabra Mjolnir mientras aceleraban hacia dentro del sistema. La había investigado en la base de datos de educación. Mjolnir era el martillo usado por el dios Nórdico del trueno. El proyecto Mjolnir tenia que ser alguna especie de arma. Al menos esperaba que lo fuera; necesitaban algo para pelear contra el Covenant.

Sin embargo, si era un arma, ¿Porque estaba aquí en la instalación de pruebas de Damascus, justo en el limite del espacio controlado por la UNSC? Apenas hace veinticuatro horas que había oído hablar de este sistema.

Volteo y paso una mirada sobre se escuadrón. A pesar de que este cuarto tenía unas cien camas, los Spartans se mantenían juntos, jugando cartas, puliendo botas, leyendo, ejercitándose. Sam practicaba box con Kelly –a pesar de que ella tenía que frenarse a si misma para darle una oportunidad.

John recordó que no le gustaba estar en las naves espaciales. La falta de control era desconcertante. Si no estaba metido en “el congelador” –la pequeña e incomoda crio-cámara de la nave- se quedaba esperando y preguntándose cual seria su siguiente mision.

Durante las últimas tres semanas los Spartans habían llevado a cabo una variedad de misiones menores para la Dra. Halsey. “Atar cabos sueltos,” lo había llamado ella. Eliminar una facción rebelde en Jericho VII. Remover un mercado negro cerca de la base militar Roosevelt. Cada mision los había acercado más al Sistema Chi Ceti.

“Spartan 117,” sonó la voz de la Dra. Halsey en las bocinas. “Repórtese en el puente inmediatamente.”

John se paro inmediatamente y presiono el intercomunicador. “¡Si, señora!” Volteo a ver a Sam “Que todos estén listos, en caso de que nos necesiten. De prisa.”

“Afirmativo,” dijo Sam. “Ya escucharon al Maestre. Guarden esas cartas. ¡Póngase el uniforme, soldado!”

John se apresuró al elevador y tecleo el código del puente. La gravedad se desvaneció y luego regreso mientras el elevador paso entre distintas secciones giratorias de la nave.

Las puertas se abrieron y el entro al puente. Cada pared tenía una pantalla. Algunas mostraban estrellas y la distante mancha roja de una nebulosa. Otras pantallas mostraban el estado del reactor de fusión y los espectros de las transmisiones de microondas en el sistema.

Una barandilla para el alto mando rodeaba el centro del puente, y dentro de el, cuatro tenientes de grado júnior se sentaban en sus estaciones: navegación, armas, comunicaciones y operaciones de la nave.

John se detuvo y saludo al Capitán Wallace, luego asintió a la Dra. Halsey.

El Capitán Wallace estaba parado con su brazo derecho recogido en su espalda. Su brazo izquierdo le faltaba desde el codo para abajo.

John continuo saludando hasta que el Capitán regreso el gesto.

“Por aquí, por favor,” dijo la Dra. Halsey. “Quiero que veas esto.”

John camino a través de la cubierta plastificada y puso su total atención a la pantalla que la Dra. Halsey y el Capitán Wallace estaban examinando. Mostraba señales de radar desenrolladas. Le pareció a John una maraña de hilos.

Ahí-” apunto la Dra. Halsey a un destello en la pantalla. “Ahí esta otra vez.”

El Capitán Wallace se froto su oscura barba, pensando, luego dijo, “Eso pone nuestro fantasma a ochenta millones de kilómetros. Aun si fuera una nave, le tomaría una hora completa llegar al rango de fuego. Además-” Señalo a la pantalla. “-otra vez se fue.”

“Puedo sugerirle que vayamos a las estaciones de batalla, Capitán,” le dijo la Dra. Halsey.

“No se cual sea el punto,” dijo el condescendientemente; el Capitán claramente no estaba complacido por tener a una civil en su puente.

No hemos dejado que esto se conozca ampliamente,” dijo ella, “pero cuando los aliens fueron detectados por primera vez en Harvest, aparecieron a una distancia extrema… y luego de repente estaban mucho mas cerca.”

“¿Un salto dentro del mismo sistema?” pregunto John.

La Dra. Halsey le sonrió. “Una suposición correcta, Spartan”

“Eso no es posible,” señalo el Capitán Wallace. “El espacio estelar no puede ser navegado tan acertadamente.”

Querrá decir que nosotros no podemos navegar con esa clase de precisión,” dijo ella.

El Capitán apretó y aflojo su mandíbula. Presiono el intercomunicador. “Cuarteles generales: Todos a sus estaciones de batalla. Sellen los compartimientos. Repito: todos a sus estaciones de batalla. Este no es un simulacro. Reactores a noventa por ciento. Cambiar al curso uno dos cinco.”

Las luces del puente se obscurecieron hasta un tono rojo. La cubierta vibraba bajo las botas de John y toda la nave giraba mientras cambiaba de dirección. Las puertas presurizadas se cerraron y sellaron a John en el puente.

El Commonwealth se estabilizo en su nuevo curso, y la Dra. Halsey cruzo sus brazos. Se inclino y susurro a John, “Usaremos las naves de descarga del Commonwealth para ir a la instalación de pruebas en Chi Ceti Cuatro. Tenemos que llegar al proyecto Mjolnir.” Dio la vuelta y miro la pantalla del radar. “Antes de que ellos lo hagan. Así que alista a los demás.”

“Si, señora.” John presiono el intercomunicador. “Sam, reúne al escuadrón en la bahía alfa. Quiero ese pelican cargado y listo para salir en quince minutos.”

“Lo tendremos hecho en diez,” respondió Sam. “Aun mas rápido si los pilotos de los interceptores se quitan de nuestro camino.”

John hubiera dado cualquier cosa por estar bajo la cubierta con los demás. Sentía como si lo estuvieran dejando atrás.

La pantalla de radar parpadeo con puntos de una escalofriante luz verde… casi como si el espacio alrededor del Commonwealth estuviera hirviendo.

Sonó la alarma de colisiones.

“¡Sujétense para el impacto!” dijo el Capitán Wallace. El paso su brazo alrededor de la barandilla.

John tomo un asidero para emergencias en la pared.

Algo apareció a tres mil kilómetros de la proa del Commonwealth. Era un ovalo liso y brillante con una única ranura que abarcaba todo el largo de su eje lateral desde proa hasta popa. Pequeñas luces parpadeaban encendiéndose y apagándose a lo largo de su casco. Un ligero brillo púrpura salía de la cola. La nave era de un tercio del tamaño del Commonwealth.

“Una nave Covenant,” dijo la Dra. Halsey, e involuntariamente se alejo de las pantallas.

El Capitán Wallace frunció el ceño. “Oficial de comunicaciones: envié una señal a Chi Ceti –vea si pueden enviarnos algunos refuerzos.”

“Si, señor.”

Destellos azules parpadeaban a lo largo del casco de la nave alienígena –tan brillantes que aun filtradas a través de la cámara externa, hicieron humedecer los ojos de John.

El casco exterior del Commonwealth saco chispas y estallo. Tres pantallas se llenaron de estática.

¡Pulsos láser!” grito el teniente en la estación de operaciones. “Plato de comunicaciones destruido. Armadura en las secciones tres y cuatro al veinticinco por ciento. Ruptura en el casco en la sección tres. Sellando ahora.” El teniente giro en su silla, había gotas de sudor en su frente. “El núcleo de memoria de la IA de la nave esta sobrecargado,” dijo el.

Con la IA desactivada, la nave aun podía disparar sus armas y navegar a través del espacio estelar, pero John sabia que tomaría más tiempo hacer los cálculos para el salto.

Cambie el curso a cero tres cero, declinación uno ocho cero,” ordeno el Capitán Wallace. “Armen los misiles Archer en las capsulas desde A hasta F. Y denme una solución de fuego.”

Si, si,” dijeron los oficiales de navegación y armas. “Capsulas A hasta F armadas.” Furiosamente golpeaban en sus teclados. Pasaron algunos segundos. “Solución de fuego lista, señor.”

“Fuego.”

“¡Disparando capsulas desde A hasta F!”

El Commonwealth tenia veintiséis capsulas, cada una cargada con treinta misiles Archer altamente explosivos. En la pantalla, las capsulas desde A hasta F se abrieron, y lanzaron -180 nubes de humo de escape de los cohetes que trazaban un camino desde el Commonwealth hasta la nave alienígena.

El enemigo cambio de dirección, giro de manera que la parte superior de la nave encarara a los misiles que se acercaban. Luego se movió directamente hacia arriba a una velocidad alarmante.

Los misiles Archer alteraron su trayectoria para rastrear a la nave, pero la mitad de ellos pasaron de largo al objetivo, fallando claramente.

Los otros impactaron. El fuego cubrió la piel de la nave alienígena.

“Buen trabajo, teniente,” dijo el Capitán Wallace, y dio una palmada en el hombro al joven oficial.

La Dra. Halsey frunció el ceño y miro directamente la pantalla. “No,” susurro. “Espere.”

El fuego hizo una llamarada y luego se desvaneció. La piel de la nave alienígena ondeo como las ondas de calor de una carretera caliente en el verano. Ondeo con un brillo metálico plateado, luego de un blanco brillante –y el fuego se apago, revelando la nave de abajo.

Estaba completamente intacta.

“Escudos de energía,” murmuro la Dra. Halsey. Se mordió el labio inferior, pensando. “Aun las naves de este tamaño tienen escudos de energía.”

Teniente,” ladro el Capitán al oficial de navegación. “Apague los motores principales y dispare los empujes para maniobras. Gire y rastree para que estemos apuntando a esa cosa.”

“Si, si, señor.”

“El distante sonido y vibración de los motores principales del Commonwealth se desvanecieron y se apagaron y la nave dio una vuelta. Su inercia mantenía a la nave avanzando hacia la instalación de prueba –volando ahora hacia atrás.

“¿Que es lo que esta haciendo Capitán?” pregunto la Dra. Halsey.

Arme el MAC,” dilo el Capitán Wallace al oficial de armas. “Una carga pesada.”

John entendió: Dar la espalda al enemigo solo les daba una ventaja.

El MAC –Cañón Acelerador Magnético- era el arma principal del Commonwealth. Disparaba un proyectil de tungsteno ferrico súper denso. La tremenda masa y velocidad del proyectil destruía a la mayoría de las naves en el impacto. A diferencia de los misiles Archer, un proyectil MAC no era guiado; la solución de fuego debía ser perfecta con el fin de golpear al objetivo –cosa nada fácil de hacer cuando ambas naves se movían rápidamente.

“Capacitares MAC cargándose,” anuncio el oficial de armas.

La nave Covenant giro sobre su lado hacia el Commonwealth.

“Si,” murmuro el Capitán. “Dame un objetivo mas grande.”

Pequeños puntos de luz azul brillaron y luego se intensifico a lo largo del casco alienígena.

Las pantallas tácticas a lo largo de la nariz del Commonwealth murieron.

John escucho las chispas sobre el –luego los golpes ahogados de la decomprensión explosiva.

Mas impactos de pulsos láser,” reporto el oficial de operaciones. “La armadura en los sectores tres hasta siete bajó cuatro centímetros. El plato de navegación fue destruido. Rupturas en el casco en las cubiertas dos, cinco y nueve. Tenemos una fuga en los tanques de combustible de babor.” La mano del Teniente se movía temblorosamente sobre los controles. “Bombeando el combustible hacia los tanques traseros de estribor. Sellando las secciones.”

John alternaba su peso en sus pies. Se tenía que mover. Actuar. Estar ahí parado –sin poder llegar a su escuadrón, sin hacer nada- era contra todas las fibras de su ser.

“MAC al cien por ciento,” grito el oficial de armas. “¡Listo para disparar!”

¡Fuego!” ordeno el Capitán Wallace.

Las luces del puente disminuyeron y el Commonwealth se estremeció. El rayo del MAC se lanzo a través del espacio –un trozo de metal al rojo vivo moviéndose a treinta mil metros por segundo.

Los motores de la nave covenant hicieron una llamarada mientras se encendían y la nave giro para alejarse-

-Demasiado tarde. La carga pesada se acerco e impacto en la proa del objetivo.

La nave covenant giraba hacia atrás a través del espacio. Sus escudos de energía brillaban y resplandecían como un rayo… luego parpadearon, se difuminaron y se apagaron.

La tripulación del puente dejo salir un grito de victoria. Excepto la Dra. Halsey. John miro el monitor mientras ella ajustaba el control de la cámara y hacia un acercamiento a la nave Covenant.

El giro errático de la nave freno y se detuvo. La nariz de la nave estaba arrugada y su atmósfera salía hacia el vació. Pequeños fuegos se apagaban en el interior. La nave lentamente viro y regreso hacia ellos –ganando velocidad.

“Debió haber sido destruida,” susurro ella.

Pequeñas gotas rojas aparecieron en el casco de la nave Covenant. Brillaban y se intensificaban y se deslizaban juntas, juntándose a lo largo de la línea lateral de la nave.

El Capitán Wallace dijo, “Aliste otra carga pesada.”

“Si, si,” dijo el oficial de armas. “Carga a treinta por ciento. Solución de fuego lista, señor.”

“No,” dijo la Dra. Halsey. “Maniobras evasivas, Capitán. ¡Ahora!”

“No dejare que mis ordenes sean puestas en duda, señora.” El Capitán volteo a verla. “Y con todo respeto, Doctora, puesto en duda por alguien que no tiene experiencia en combate.” Se enderezo y coloco su mano en su espalda. “No puedo sacarla del puente por que los compartimientos están sellados… pero otro arrebato como ese, Doctora, y haré que la amordacen.”

John dio una mirada rápida a la Dra. Halsey. Su cara estaba ruborizada –no podía decir si era por la vergüenza o por la furia.

“MAC cargada al cincuenta por ciento.”

La luz roja continuaba acumulándose a lo largo de la línea de la nave Covenant hasta que formo una banda sólida. Brilló.

“Carga al ochenta por ciento.”

“Están girando, señor,” anuncio el oficial de navegación. “Viene hacia el estribor.”

“Carga al noventa y cinco por ciento – cien,” anuncio el oficial de armas.

“Envíelos con Hades, Teniente. Fuego.”

Las luces disminuyeron nuevamente. El Commonwealth se estremeció y una rayo de trueno y fuego se abrió paso a través de la oscuridad.

La nave Covenant no trato de esquivar. La luz rojo sangre que se había acumulado en su línea lateral se disparo hacia el frente –dirigiéndose hacia el Commonwealth, pasando a un lado del proyectil MAC por solo un kilómetro. La luz roja brillaba y pulsaba casi como si fuera líquido; sus ejes vibraban y ondeaban. Se alargaba en forma de lágrima de luz rubí de cinco metros de largo.

Maniobras evasivas,” grito el Capitán Wallace. “¡Empujes de emergencia hacia babor!”

El Commonwealth lentamente se movió y salio de la trayectoria del arma de energía del covenant.

El proyectil MAC golpeo la nave Covenant por el centro. Sus escudos brillaron y distorsionaron… luego desaparecieron. El proyectil MAC golpeo a través de la nave y la puso a girar fuera de control.

La bola de luz que se acercaba también cambio de dirección. Empezó a rastrear el Commonwealth.

“Motores – a todo poder hacia popa,” ordeno el Capitán. El Commonwealth vibro y se freno.

La luz debió haberlos pasado de largo; en lugar de eso, se arqueo abruptamente y los golpeo en la mitad de la nave de lado de babor.

La nave se lleno con el ruido de pequeños estallidos y chisporroteos. El Commonwealth se inclino hacia estribor, luego giro completamente y continúo dando volteretas.

“Estabilicen,” grito el Capitán. “Empujes de estribor.”

“Fuego reportado en las secciones uno a la veinte,” dijo el oficial de operaciones, se oía el pánico en su voz. “Cubiertas dos a la siete en la sección uno… se han derretido, señor. Ya no están.”

El calor se incremento en el puente notablemente. El sudor goteaba en la espalda de John y caía por su columna. Nunca se había sentido tan impotente. ¿Estaban sus compañeros bajo la cubierta vivos o muertos?

Todas las armaduras de babor están destruidas. Las cubiertas dos a la cinco en las secciones tres, cuatro y cinco, están ahora fuera de contacto, señor. ¡El fuego continua atravesándonos!”

El Capitán Wallace se quedo parado sin decir una palabra. Mantenía la mirada fija en el único monitor en funcionamiento.

La Dra. Halsey dio un paso hacia delante. “Respetuosamente, Capitán, Sugiero que alerte a toda la tripulación para que usen los paquetes de respiración. Déles treinta segundos y luego saque la atmósfera en todas las cubiertas, excepto en el puente.”

El oficial de comunicaciones miro al Capitán.

“Hágalo,” dijo el Capitán. “Haga sonar la alerta.”

“Cubierta trece destruida,” anuncio el oficial de comunicaciones. “El fuego esta acercándose al reactor. La estructura del casco esta empezando a combarse.”

“Ventile la atmósfera ahora,” ordeno el Capitán Wallace.

“Si,” respondió el oficial de operaciones.

Hubo sonidos ahogados en el casco… luego nada.

“El fuego esta disminuyendo,” dijo el oficial de operaciones. “Temperatura del casco enfriándose – se esta estabilizando.”

“¿Con que demonios nos golpearon?” demando el Capitán Wallace.

“Plasma,” respondió la Dra. Halsey. “Pero no cualquier plasma que conozcamos… ellos pueden realmente guiar su trayectoria a través del espacio, sin ningún mecanismo detectable. Asombroso.”

“Capitán,” dijo el navegante. “La nave alienígena esta siguiéndonos.”

La nave covenant –con un hoyo de orillas rojas atravesándola por el centro –giro y se dirigió hacia el Commonwealth.

“¿Cómo…?” dijo el Capitán Wallace incrédulo. Rápidamente volvió en si. “Alisten otra carga pesada del MAC.”

El oficial de armas dijo lentamente, “El sistema MAC esta destruido, Capitán.”

“Entonces somos blanco fácil,” murmuro el Capitán.

La Dra. Halsey se inclino en la barandilla. “Todavía no. El Commonwealth lleva tres misiles nucleares, ¿Correcto, Capitán?”

“Una detonación tan cerca podría destruirnos a nosotros también.”

Ella frunció el ceño y llevo su mano al mentón, pensando.

“Disculpe, señor,” dijo John. “Las tácticas de los aliens hasta ahora han sido innecesariamente agresivas –como las de un animal. No tenían que recibir el impacto de la segunda carga del MAC mientras nos disparaban. Pero querían posicionarse para disparar. En mi opinión señor, ellos se detendrían para enfrentar cualquier cosa que los enfrentara.”

El Capitán miro a la Dra. Halsey.

Ella encogió los hombros y luego asintió. “¿Los interceptores Longsword?”

El capitán les dio la espalda y cubrió su rostro con su única mano. Suspiro, asintió y presiono el intercomunicador.

“Escuadrón Longsword Delta, les habla el Capitán. Lleven sus naves a la oscuridad y enfrenten al Covenant. Necesito que nos compren algo de tiempo.”

Entendido, señor. Estamos listos para el lanzamiento. En camino.”

Dénos la vuelta,” le dijo el Capitán al oficial de navegación. “Dame la mejor velocidad en un vector hacia la orbita de Chi Ceti Cuatro.

“Hay fugas de refrigerante en el reactor, señor,” dijo el oficial de operaciones. “Podemos empujar los motores hasta un treinta por ciento. No mas.”

“Dame cincuenta por ciento,” dijo el. Volteo a ver al oficial de armas. “Arma una de nuestras cabezas nucleares Shiva. Configura el fusible de proximidad a cien metros.”

“Si, señor.”

El Commonwealth giro sobre si. John sintió el cambio en su estomago y apretó su agarre en la barandilla. El giro disminuyo, y luego la nave acelero.

El reactor esta sobre los limites,” reporto el oficial de operaciones. “Fusión en veinticinco segundos.”

En las bocinas, hubo un sonido, un poco de estática, luego: “Interceptores Longsword enfrentando al enemigo, señor.”

En la ultima cámara de popa, había resplandores de luz –los parpadeos azules fríos de las armas de energía del covenant, y las bolas de fuego naranjas de los misiles de los Longsword.

“Lance el misil,” dijo el Capitán.

“Fusión en diez segundos.”

“Misil en camino.”

Una nube de humo dividió la oscuridad del espacio.

Cinco segundos para la fusión,” dijo el oficial de operaciones. “Cuatro, tres, dos-”

Desvié la sobrecarga de plasma hacia el espacio,” ordeno el Capitán. “Quite el poder a todos los sistemas.”

La nave Covenant fue una silueta por solo una fracción de segundo de blanco puro –luego el monitor se apago. Las luces del puente murieron.

A pesar de eso, John pudo ver todo. Los oficiales del puente, La Dra. Halsey mientras se aferraba a la barandilla, y al Capitán Wallace mientras se paraba y saludaba a los pilotos que había enviado a morir.

El casco del Commonwealth vibraba y hacia sonidos metálicos mientras la onda expansiva los cubría. Se hizo más fuerte, un rugido subsónico altero a John hasta los huesos.

El ruido parecía seguir para siempre en la oscuridad. Disminuyo… después solo había silencio.

Enciéndanos de nuevo,” dijo el Capitán. “Lentamente. Déme diez por ciento de los reactores se podemos conseguirlo.”

Las luces del puente se encendieron, tenuemente, pero aun funcionaban.

“Reporte,” ordeno el Capitán.

“Todos los sensores fuera de línea,” dijo el oficial de operaciones. “Reiniciando la computadora de respaldo. Espere. Escaneando ahora. Muchos escombros. Esta caliente ahí. Todos los interceptores Longsword vaporizados.” Miro hacia arriba, El color se le había ido de su cara. “La nave covenant… intacta, señor.”

“No,” dijo el Capitán, e hizo un puño.

“Pero se esta alejando,” dijo el oficial de operaciones con una visible señal de alivio. “Muy lentamente.”

¿Qué es lo que se necesita para destruir una de esas cosas?” susurro el Capitán.

“No sabemos si nuestras armas pueden destruirlas,” dijo la Dra. Halsey. “Pero al menos sabemos que podemos retrasarlos.”

El Capitán se enderezo. “A la mejor velocidad a la instalación de prueba de Damascus. Pasaremos volando en su orbita y luego iremos a un punto a 20 millones de kilómetros de distancia para hacer reparaciones.”

¿Capitán?” dijo la Dra. Halsey “¿Pasar volando?”

Tengo ordenes de llevarla a la instalación y sacar lo que sea que la Sección Tres tenga ahí guardado, señora. Mientras estemos en orbita una nave de descarga la llevara a usted y a su-” Miro a John. “-tripulación al planeta. Si la nave Covenant regresa, seremos la carnada para atraerlos y alejarlos.”

“Entiendo, Capitán.”

“Nos reuniremos en orbita no después de las 1900 horas.”

La Dra. Halsey volteo a ver a John. “Debemos darnos prisa. No tenemos mucho tiempo- y hay muchas cosas que necesito mostrarle a los Spartans.”

“Si, señora.” Dijo John. Observo largamente el puente, y espero no tener que regresar nunca.